Contiesta al señol Salvador Plans

Artículu mandau al diariu HOY por causa de la entrevista que le hizun a A. Salvador Plans sacá en el artículu "Para economía lingüística la que teníamos cuando enviábamos un telegrama". Comu veu que no dan señas de pubricá-lu, lo pongu vé-l'equí:

Preguntado el señor catedrático Antonio Salvador Plans por el tema lingüístico en Extremadura en una entrevista con motivo de su participación en las jornadas sobre el futuro del español en el presente diario el 22 de octubre, calificó al castúo de “manifestación literaria”, afirmó que nadie habla conforme a lo escrito en la Güiquipeya y dividió al extremeño en alto, central y bajo. Como representante del Órgano de Seguimiento y Coordinación del Extremeño y su Cultura, pero sobre todo como filólogo e investigador, he de rebatir dichas declaraciones por tergiversar la realidad lingüística extremeña a día de hoy.

En primer lugar, el castúo no se trata de una manifestación literaria, sino del nombre que le dio el poeta Luis Chamizo a los que conservaron la casta de labradores, sin referirse ni al habla ni a manifestación literaria alguna. Actualmente denominamos castúo a la variedad de castellano hablado en parte de Extremadura, herencia del castellano medieval pero con clara influencia del leonés, sin dejar de ser un término moderno, para diferenciarlo así del extremeño de raigambre leonesa. De ninguna manera se puede considerar, en palabras de Salvador, que el castúo tenga “construcciones muy artificiales” y haya “selección” al menos que con ello pretenda reducir una variante dialectal castellana de influencia leonesa a una lengua literaria por hablarse en Extremadura y contar con representación escrita.

En segundo lugar, el lenguaje empleado en la Güiquipeya es científico y técnico y está expresado en extremeño. Le doy la razón en que nadie habla así porque todavía no hay un lenguaje científico y técnico en extremeño al uso como tampoco lo había en castellano en los tiempos del Cid o como tampoco lo había en Roma en los tiempos de Cicerón. La adaptación de terminología científica y técnica en palabras como centimetru, tomizaol, ectaria, coeficienti o eletrón no es distinta de la que hace el castellano, el portugués o el inglés en las respectivas áreas del conocimiento, por lo que no tiene sentido ir con un artículo wiki que hable de astrofísica a los alumnos para comprobar si en su pueblo hablan en términos de órbitas, nadilis, añus lus, fotonis o campu gravitacional y si sus abuelos tienen la suficientemente competencia lingüística como para entenderlo. Por otro lado está la cuestión ortográfica y la ortología a cuya práctica en extremeño la gente no está habituada —no olvidemos que el extremeño lleva poco más de un siglo como lengua escrita y, hasta ahora, de manera marginal— y al leer los textos pronuncian mal una z que en extremeño es /ð/ o una j que siempre es aspirada. Nuestra buena voluntad con el proyecto de una Wikipedia en extremeño responde a la carestía que tiene esta lengua en materia técnica, científica y divulgativa, pues hasta el momento se había relegado al ámbito de la oralidad de manera familiar y a la literatura costumbrista, debido, precisamente, a la presión social, mediática, cultural y lingüística que ha estado ejerciendo el castellano de manera avasalladora desde el último siglo.

Por último, el extremeño no se divide en alto, medio o central y bajo. El estremeñu es un continuo de norte a sur siguiendo las líneas de la Reconquista y repoblaciones asturleonesas, gallegas y castellanas. Parte occidental y zonas orientales de Extremadura son lingüísticamente leonesas, con excepción de los núcleos fronterizos de hablas galaico-portuguesas, mientras que el resto son castellanas con influencia leonesa. Dialectológicamente el criterio fonético para trazar isoglosas no resulta fiel con la cohesión gramatical que existe de norte a sur en Extremadura, como así tampoco basarse en investigaciones antiguas y, en muchos casos, tendenciosas o parciales. Sobre que no hay muchas características peculiares en extremeño es porque, obviamente, no han investigado lo suficiente. Peculiaridades son el uso del cuyu en frases como cúya carta que llegó, la conservación de la oposición z/ç medieval, los usos expletivos del no, los participios irregulares como despresu o gastu y un sinfín de particularidades que, evidentemente, parece que no son convenientes divulgarlas científicamente. Además, son pocas las cosas que, como lengua romance, no sean compartidas con otras de su entorno, de modo que no hay que buscar peculiaridades, sino describir lo que hay de manera fiel y objetiva para observar las semejanzas, no para reparar en fruslerías lingüísticas con las que argumentar la ruptura dialectal del extremeño.

El futuro del español está garantizado, de eso no hay duda. Lo que sí es preocupante es la situación en la que se encuentran las lenguas minorizadas en el ámbito político del español, tanto en la Península como en América, pues en lugar de optar por el plurilingüismo y la tolerancia entre lenguas se incentiva el monolingüismo y la subordinación lingüística. Para el caso de Extremadura, no distinto del de Asturias, Cantabria y otros lugares de la Península, las lenguas vernáculas han sido desplazadas de la sociedad partiendo de la educación hasta la legislación, recriminando y humillando socialmente a quien se expresara en su lengua. Vergonzoso fue el caso de Olivenza con el portugués y deplorable el caso del extremeño en los lugares donde mejor se conserva. La ruptura lingüística entre generaciones es alarmante hoy en día y, a pesar del grado amarillo con que la UNESCO caracteriza las lenguas asturleonesas en las zonas donde tradicionalmente se han hablado, se sigue sin hacerse nada salvo rebajar públicamente la identidad de unas lenguas y a favor de las mayoritarias.

Comentarios

antòniu ha dicho que…
Totalmenti d'acuerdu....

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