El estremeñu: polémica injustificada
¡Cuánto más les hubiese complacido, cuánto más reconfortado a los que desde sus cúspides académicas lanzan improperios saber que todos los jóvenes somos unos borrachos! ¡Cuánto más les hubiese agradado que Extremadura permaneciera pasiva y continuara hibernando a la sombra de quienes se manifiestan sus benefactores! Les habrá resultado, sin duda, un chasco. De poco sirven los títulos si con ello se manifiesta la aversión y el asco, no digo ya por la lengua extremeña, sino por todo aquello que no sea de su beneplácito, con insultos propios de críos de colegio. Eso también ha resultado un chasco para los estudiantes.
Aparentemente somos libres para expresarnos en extremeño, pero restallan las “correcciones” de aquellos imperialistas que creen que en el mundo tan sólo se habla castellano como el látigo que intenta dominar lo que por condición es su igual. De repente, ordenan refrenar la iniciativa de los universitarios haciendo un llamamiento a la propia Universidad para que haga silenciar la cultura, puesto que se divulga la creencia a cierraohus de que es ficción lo que se lleva hablando en ciertos lugares de nuestra región desde hace tanto tiempo.
Se ha faltado al respeto a los organismos internacionales encargados de velar por el registro y entidad de las lenguas del mundo, han denigrado a todos quienes trabajamos por la recuperación de una parte fundamental de la cultura de un pueblo como lo es su lengua y, lo que es más ultrajante, han humillado y ofendido públicamente a todos los extremeñohablantes de ahora y de antes. Es incomprensible que un proyecto como lo es la Güiquipeya haya causado tanto espanto a los ojos de quienes no deberían ignorar el más de un siglo de literatura escrita en estremeñu, literatura que, sin embargo, no os escandaliza. ¿Les habría resultado tan descabellado a los propios romanos que Cicerón escribiera filosofía en latín frente al esplendor que la tradición marcó de la lengua griega? Es inconcebible, a mi juicio, que una lengua tenga que limitarse por escrito a la poesía costumbrista simplemente por tradición. Si hiciéramos caso a ello, escribiríamos los prospectos en saturnios. Pero ni los prospectos están en saturnios ni el estremeñu tiene por qué relegarse a ese tipo de literatura únicamente. De ahí que si procuramos una homogenización como cualquier otra lengua en cualquier otro lugar y en cualquier otra época, no creo que eso sea motivo ni de burla ni de agravio como se ha venido haciendo hasta el momento.
Las lenguas están ahí y pueden gustar más o menos, pero lo que no es digno —menos aún de quien se jacta de títulos académicos— es el poner un trapajo por encima de esas lenguas y decir que no existen, vanagloriándose de lo fuerte del tejido. Cuidad de que tiene agujeros y por naturaleza el hombre es dado a curiosear por ellos y el de emocionarse con lo que encuentra.
Aparentemente somos libres para expresarnos en extremeño, pero restallan las “correcciones” de aquellos imperialistas que creen que en el mundo tan sólo se habla castellano como el látigo que intenta dominar lo que por condición es su igual. De repente, ordenan refrenar la iniciativa de los universitarios haciendo un llamamiento a la propia Universidad para que haga silenciar la cultura, puesto que se divulga la creencia a cierraohus de que es ficción lo que se lleva hablando en ciertos lugares de nuestra región desde hace tanto tiempo.
Se ha faltado al respeto a los organismos internacionales encargados de velar por el registro y entidad de las lenguas del mundo, han denigrado a todos quienes trabajamos por la recuperación de una parte fundamental de la cultura de un pueblo como lo es su lengua y, lo que es más ultrajante, han humillado y ofendido públicamente a todos los extremeñohablantes de ahora y de antes. Es incomprensible que un proyecto como lo es la Güiquipeya haya causado tanto espanto a los ojos de quienes no deberían ignorar el más de un siglo de literatura escrita en estremeñu, literatura que, sin embargo, no os escandaliza. ¿Les habría resultado tan descabellado a los propios romanos que Cicerón escribiera filosofía en latín frente al esplendor que la tradición marcó de la lengua griega? Es inconcebible, a mi juicio, que una lengua tenga que limitarse por escrito a la poesía costumbrista simplemente por tradición. Si hiciéramos caso a ello, escribiríamos los prospectos en saturnios. Pero ni los prospectos están en saturnios ni el estremeñu tiene por qué relegarse a ese tipo de literatura únicamente. De ahí que si procuramos una homogenización como cualquier otra lengua en cualquier otro lugar y en cualquier otra época, no creo que eso sea motivo ni de burla ni de agravio como se ha venido haciendo hasta el momento.
Las lenguas están ahí y pueden gustar más o menos, pero lo que no es digno —menos aún de quien se jacta de títulos académicos— es el poner un trapajo por encima de esas lenguas y decir que no existen, vanagloriándose de lo fuerte del tejido. Cuidad de que tiene agujeros y por naturaleza el hombre es dado a curiosear por ellos y el de emocionarse con lo que encuentra.
Comentarios
La Universidad, los organismos públicos extremeños, sus políticos, la gente de volátil inteligencia que sucumben a sus encantos... todos han demostrado de qué calaña están hechos.
Pedro L.
Buen articulo Fraili.